Viernes
Llegamos el
Viernes listos para caminar la ciudad. Paramos en un hotel muy bien ubicado; a mí
me toco una habitación en el piso 26, súper silenciosa. A Mark una en el 24 súper
ruidosa. La cosa es que tan pronto dejamos los bártulos en la pieza saltamos a
la calle. Desde la misma esquina del Hotel (la 34th St y la 8va Ave) pudimos
ver el Empire State y la central de la tienda Macy.
Caminamos hasta la famosa 5ta Ave y de allí, después de algunas cuadras, llegamos al frente de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Caminamos hasta la famosa 5ta Ave y de allí, después de algunas cuadras, llegamos al frente de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Lamentablemente el gran salón de lectura, principal motivo de la visita, estaba en reparaciones. Pero al lado se encuentra uno de los parques tipicos, el Bryant, que no nos decepcionó.
Luego de un
corto recorrido del parque seguimos nuestro camino hasta llegar a la Grand
Central. Esta monumental estación ferroviaria es una demostración de lujo de la
importancia y el poder económico que tuvieron los ferrocarriles en tiempos
pasados.
Luego de
exponernos a los cientos de viajeros que todavía la utilizan diariamente, nos
dirigimos hacia el que podría ser llamado centro de Nueva York: Times Square.
Terminamos
el primer día en una cena en Sardi's. Allí nos encontramos con Elsa y Raúl,
nuestros grandes amigos desde el tiempo del Jardín Infantes.
Sabado
Comenzamos
el día con un desayuno en la cafetería del hotel. Sin ser nada extraordinario cumplió
el objetivo y salimos hacia Times Square a tomar el tren "7" hacia
Flashing Medows.
Nos tocó
estar a pleno sol un poco arriba; pero todavía alcanzábamos a ver a los
tenistas peleando por la pelotita.
En realidad era un buen lugar ya que nos permitia ver el partido sin tener que bambolear nuestra cabezas. Eran las semifinales y alli estarian dos de los "grandes": Federer y Djokovic.
Para
lamento de los fanáticos seguidores de los triunfadores y satisfacción de los
seguidores de los underdogs, ambos perdieron ese día.
Todo
termino cuando Federer no pudo más y el público que había venido a ver otra
final entre dos conocidos, se tuvo que conformar con una final entre casi
desconocidos.
El regreso
al hotel fue más sencillo y rápido de lo previsto dado que el servicio del
"7" fue expreso y no tuvimos espera. Sin embargo solo nos quedó
tiempo para comer algo en uno de los restaurantes del Wyndham.
Fue un día
a todo tenis.
Domingo
Día de
descanso para los tenistas; pero de largas caminatas para los flaneurs.
Comenzamos con un brunch famoso, el ofrecido en el resto Sarabeth, frente al
Central Park. Luego del clásico Eggs Benedictine, deglutido en compañía de
nuestros amigos Elsa y Raúl, salimos a surcar las calles de Nueva York. Lo
primero fue un homenaje a nuestro héroe de la infancia, cuyo bronce se
encuentra justamente en esa esquina del parque. Luego visitamos al bello
monumento a Alicia y sus amigos.
Aprovechamos el hermoso perfil de la ciudad y un oportuno laguito para sacarnos algunas fotos de conjunto.
Finalmente,
luego de un par de millas, arribamos al Museo Metropolitano de Arte.
Luego de
gozar de las valiosísimas obras de arte y visitar sus suntuosas galerías y magníficos
atrios, estuvimos en el "Roof Garden" que nos dio oportunidad de
tener una vista incomparable del parque y mas allá, la ciudad.
Anchos de
tanta cultura absorbida en tan poco tiempo, deseamos un poco de aire y
naturaleza. Así es que nos introdujimos en el parque, lo cruzamos de Este a
Oeste y seguimos hasta llegar a la esquina Sudoeste. Luego de una caminata de
varias millas y ya con los Eggs Benedictines totalmente digeridos, nos sentamos
en uno de los restaurantes de "alta gama" existentes en el Centro
Comercial de Time Warner en frente al Columbus Circle (con estatua de Colon por
supus).
Aquí, luego
del millaje recorrido, tendría que haber terminado el día... pero no; un
flaneur no puede perder las horas que quedaban hasta el anochecer. Así que
tomamos un taxi (no muy correcto pero de gran comodidad) y nos fuimos hasta el
comienzo (o final?) del nuevo "parque lineal" llamado "High
Line". El nombre se debe a que el parque recorre durante varias cuadras lo
que era una vía de ferrocarril suspendida. En seguida se nota que falta todavía
un tiempo e inversiones para que este lugar tan mencionado tenga un diez puntos.
Nos bajamos
de las alturas en el Mercado de Chelsea, desarrollo satélite del parque lineal
y con todavía mayor necesidad de tiempo e inversiones. En la siguiente foto se
ve el numeroso listado de ultra minúsculos comercios de este centro comercial.
Del mercadito fuimos recorriendo calles de Chelsea y Greenwich Village hasta la Washington Square.
El Arco de Triunfo
Washington Square
Ya
totalmente agotados intentamos llegar al Soho, pero luego de recorrer un par de
cuadras por la Macdougal St y en la esquina con la Bleecker nos rendimos y
tomamos un taxi hasta el hotel de nuestros amigos. Allí nos invitaron con un
snack y luego de las 10 millas recorridas solamente nos quedó energía para
llegar hasta nuestro hotel. Así nos despedimos de nuestros amigos; aclaremos
que uno de ellos era un fan fanático de Federer y no quiso asistir a la final
del Open sin el suizo.
Lunes
Era el día
de la final, que tenía lugar por la tarde... por lo que aprovechamos para hacer
un paseíto más. Así es que nos dirigimos hacia Union Square. Tal vez lo único
destacable de esta plaza es el monumento a Washington, que se dice es el más
antiguo de la ciudad. Y de allí hacia la vieja y famosa librería Strand. En
realidad fue para mí una gran decepción. Yo la conocía del tiempo en que los
libros se leían casi siempre en papel; hoy en que gran parte de ellos se leen
en "tablets" o algún tipo de pantalla, la librería es una pobre
muestra de la decadencia de la industria editorial (a pesar de sus varios
pisos). Lejos de las grandes librerías como el Ateneo de Buenos Aires, o People
Books de Austin, o Powell Books de Portland, ya no queda más que despedir a
este viejo estandarte de la cultura neoyorkina.
Luego almorzamos en el upscale Otto Etnoteca e Pizzeria.
Comimos una muy buena pasta y ya estuvimos listos para partir hacia Flashing
Meadows. Utilizando la amplia red del subte, llegamos al Open en poco más de
una hora.
La ceremonia oficial de comienzo de la gran final
De entrada se vio que el croata ganaba...
El partido terminó cuando ya anochecía.
La ceremonia de entrega de premios y final del US Open
El regreso al hotel fue tambien rápido y cómodo.
Finalmente caminamos por última vez por las calles de la Gran Manzana, ya listos para tomar el taxi al aeropuerto de La Guardia.
Martes
Ulimo dia
en la Big Apple… y todavía hay tanto que visitar.
Comenzamos
por el desayuno; lo queríamos típico de NY. Fuimos al Katz's Delicatessen, una
institución del 1888 en el que nos servimos un bagel de lox y un enorme
“mile-high” pastrami sándwich.
Luego de
tamaño comienzo tomamos un taxi que nos llevó al Memorial de 911. Las tomas que
siguen tratan de mostrar el estado actual de reconstrucción de la zona.
Los lugares en que se encontraban las torres son ahora el centro del impresionante 911 Memorial.
Una vista de las cascadas que bordean los lagos formados en cada uno de los cimientos de las torres.
Y ya se levantan las torres que reemplazan a las caidas.
Otras vistas del Memorial.
Luego
tomamos la famosa calle Wall Street ingresando en el vientre del mundo
financiero neoyorquino; pasando por el viejo Trinity Church Cementery.
En esta foto se puede ver una tumba fechada en 1681.
Monumento a Washington, quien juro como Presidente en Nueva York.
El New York Stock Exchange.
Finalmente
tomamos el metro para dirigirnos al MOMA. Este Museo de Arte Moderno posee una colección
que nos atrapo por varias horas.
Vista del Atrio del MOMA desde uno de los pisos superiores.
Klimt
Orozco
Luego de
tomar un almuerzo tardío, y de servicio muy lento (China Grill) caminamos hasta
el hotel solamente para refrescarnos y salir nuevamente corriendo hacia el teatro en 48
entre 8va y Broadway. Elegimos una obra musical recientemente premiada:
Gentleman’s Guide to Love and Murder.
Obra que ya había sido llevada al cine
actuando Alec Guinness en el papel de Israel Rank. Nos resultó entretenida y
salimos derecho a descansar.
Miércoles
Día de
viaje; pero nos quedaba cerca de medio día. Desayuno temprano en hotel y taxi
hasta el Rockefeller Center. En realidad hasta la entrada al Top of the Rock;
un lugar renovado y con una espectacular vista de Nueva York… y a la hora que
llegamos, casi vacío de público.
El Central Park con imagen velada.
Desde un piso mas arriba del Top of the Rock.
Vista hacia el Empire State y el Sur.
Luego de
pasearnos fotografiando desde los tres pisos que nos ofrecían, recorrimos el centro
Rockefeller y cruzamos la 5ta Ave para ver los arreglos a que está siendo
sometida la Catedral San Patrick.
El Rockefeller Center
Veamos este corto video:
Finalmente caminamos por última vez por las calles de la Gran Manzana, ya listos para tomar el taxi al aeropuerto de La Guardia.